Por Sara María Soto Russi
La Organización Mundial de la Salud, (OMS), la Comunidad Económica Europea, (CEE) y El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, (CSIC), han declarado de forma unánime que el ruido tiene efectos para la salud tanto fisiológicos como psicológicos.
¿Qué es la contaminación acústica?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB). En concreto, dicho ruido se vuelve dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 db. En consecuencia, este estamento recomienda no superar los 65 dB durante el día e indica que para que el sueño sea reparador el ruido ambiente nocturno no debe exceder los 30 dB.
La contaminación acústica se enfoca en 4 categorías las cuales son:
- ● La circulación de vehículos, ya que un 80% del ruido es producido en las ciudades
- ● Las obras o construcciones industriales, porque abarcan el 10% del ruido total
- ● Los ferrocarriles, que abarcan aproximadamente el 6% del ruido producido
- ● Los bares, locales y musicales, forman el 4% del ruido restante.
La contaminación acústica es cada vez más relevante y significativa en las zonas urbanas debido a varios factores. Aquí hay algunos puntos clave que destacan su relevancia:
Urbanización y densidad de población:
La concentración de personas, edificios, tráfico y diversas actividades conduce a una mayor prevalencia de fuentes de ruido. La urbanización da como resultado niveles elevados de ruido, que afectan a los residentes, trabajadores y visitantes.
Transporte y ruido de tráfico:
Las áreas urbanas se caracterizan por un intenso flujo de tráfico, incluidos automóviles, autobuses, motocicletas y vehículos de construcción. El ruido del tráfico, incluido el ruido del motor, las bocinas y el chirrido de los neumáticos, contribuye significativamente a la contaminación acústica en las ciudades.
Ruido industrial y de construcción:
Los centros de la ciudad a menudo tienen actividades industriales, plantas de fabricación y sitios de construcción. Estas operaciones generan una contaminación acústica sustancial debido a la maquinaria, el equipo y los procesos de fabricación.
La contaminación acústica puede tener varios impactos psicológicos, incluido un aumento del estrés, la ansiedad y la irritabilidad. Aquí voy a mencionar cada uno de estos efectos con más detalle:
Aumento del estrés y la ansiedad:
La exposición a ruidos fuertes o continuos puede desencadenar respuestas de estrés en el cuerpo. El ruido constante interrumpe el funcionamiento normal del sistema nervioso central, lo que lleva a niveles elevados de estrés. Esto, a largo plazo puede llevarnos al estrés crónico, y, a su vez, aumentar el riesgo de trastorno de ansiedad.
Trastornos del sueño:
La contaminación acústica puede alterar los patrones de sueño, lo que provoca trastorno del sueño e insomnio. Incluso los niveles bajos de ruido durante la noche pueden alterar la calidad del sueño, afectando tanto la duración como la profundidad del descanso. Esto puede tener efectos perjudiciales en la salud mental, incluida la disminución del funcionamiento cognitivo y problemas de concentración.
Estados de ánimo negativos e irritabilidad:
La exposición persistente a la contaminación acústica puede afectar negativamente los estados de ánimo y el bienestar emocional. Las personas que viven en ambientes ruidosos pueden experimentar una mayor irritabilidad, agitación y molestia.
Las personas que viven en entornos ruidosos pueden experimentar sentimientos persistentes de tensión, inquietud e inquietud, es por eso que es importante tomar las medidas adecuadas para preservar nuestra audición. Al implementar estas estrategias preventivas, podemos reducir significativamente el riesgo de discapacidad auditiva y mantener una salud auditiva óptima. Ya que, la presencia constante de ruidos no deseados puede erosionar la capacidad de relajarse y disfrutar de momentos de paz, lo que genera una mayor frustración y una disminución de la satisfacción general con la vida.
Al respetar nuestros oídos y crear conciencia, podemos garantizar un futuro en el que se minimice la pérdida auditiva y las personas puedan disfrutar de la riqueza del sonido a lo largo de sus vidas. Recuerde, la prevención es clave, así que tome medidas hoy para proteger su audición para el mañana y los próximos años.