Por Julie Sáinz
En México, han incrementado los casos de adquisición de una discapacidad auditiva a una edad temprana. Anteriormente, las personas empezaban con problemas de audición a partir de los 50 o 60 años, mientras que en la actualidad vemos un mayor número de casos en los que desde los 30 años comienza a disminuir su audición. Esto se debe a que en nuestro país existe una ausencia notoria de cultura auditiva; los mexicanos desconocen cómo pueden evitar adquirir una discapacidad auditiva, pues no saben qué cuidados deben tener para sus oídos ni qué es la contaminación acústica. Existen diversas causas que pueden llevar a la adquisición de una discapacidad auditiva, desde infecciones en el oído hasta la exposición prolongada a ruidos intensos. Sin embargo, muchas de estas causas pueden ser prevenidas a través de una educación adecuada desde una edad temprana.
Es por esto que es necesario reeducar a los mexicanos para comenzar a generar una cultura auditiva. No obstante, sabemos lo complicado que es educar a un adulto, pues como menciona el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en su artículo El reto de enseñar a los adultos: particularidades de las estrategias docentes (2019), ellos ya cuentan con ideas preconcebidas, muchas veces arraigadas desde su infancia, por lo que es difícil querer hacerlos cambiar de opinión sobre algo con lo que ya crecieron. Es por esto que la educación de la infancia es un tema fundamental en la creación de una nueva cultura auditiva en México para prevenir el incremento de adultos que adquieren una discapacidad auditiva a una edad temprana.
Los infantes tienen una gran capacidad de retención de información; aprenden mediante la curiosidad, la exploración el juego. Por lo tanto, si se utilizan diferentes materiales didácticos y actividades sensoriales adecuadas a su edad, podríamos enseñar a los niños y niñas sobre cultura auditiva. Por ejemplo, una de las principales causas de discapacidad auditiva en México es la exposición a ruidos intensos, especialmente en entornos laborales y de entretenimiento. Por ende, se enseñaría a los niños y niñas sobre la importancia de proteger su audición y reducir su exposición a ruidos intensos. También se les podría enseñar cómo cuidar su salud auditiva en general, ayudándolos a reconocer los síntomas de las infecciones del oído y cómo prevenirlas. Finalmente, se podría aprovechar el espacio para fomentar la inclusión y la sensibilización hacia las personas con discapacidad auditiva, enseñándoles sobre las barreras que estas personas enfrentan y cómo pueden ser superadas.
En conclusión, la educación de la infancia puede ser un factor determinante en la prevención de la discapacidad auditiva en México. Enseñar a los niños y niñas sobre la importancia de proteger su audición, prevenir infecciones de oído y fomentar la inclusión a personas con discapacidad auditiva es clave para generar una nueva cultura auditiva, lo que garantizaría que las nuevas generaciones de mexicanos y mexicanas ya no adquieran la discapacidad a una edad temprana.