Por Oscar Ibarra
El deporte siempre ha significado una parte importante en la vida de las personas con discapacidad en el mundo. A escala profesional podemos pensar en los Juegos Paralímpicos como nuestra primera de referencia de competencia para toda esta comunidad. Sin embargo, los Juegos Olímpicos de San Luis 1904 tuvieron la primera participación en la historia de una persona con discapacidad.
George Eyser, gimnasta estadounidense, compitió en esta justa con una prótesis de madera en su pierna izquierda. A la fecha es el único atleta con discapacidad en participar en la máxima fiesta deportiva y, dentro de ella, logró conseguir la medalla de oro en las pruebas de barras paralelas, salto sobre caballo y escalada de cuerda, plata en pruebas combinada y de caballo con arco, así como bronce en barras fijas.
En las ediciones de Londres 1948 y Helsinki 1952, el húngaro Karoly Takacs, quien había sufrido la amputación de su brazo derecho, compitió en los distintos eventos de tiro deportivo, en ambas justas logró coronarse como campeón olímpico.
A la lista de atletas con discapacidad que compitieron en la época previa a la inserción de los Juegos Paralímpicos podemos sumar a Lis Hartel, jinete danesa que arrastraba secuelas de poliomielitis, pero que logró conseguir dos medallas de plata en la modalidad de doma clásica. La primera de ellas durante los juegos de Helsinki 1952, en dónde se consagró como la primer mujer de la historia en ganar una medalla en hípica. La segunda presea plateada en su palmarés llegó en Melbourne 1956, en donde también cerró su carrera como atleta olímpica.
Si bien estas historias fueron destacadas, la necesidad por tener una competencia con mayor apertura a las personas con discapacidad iba creciendo. En 1948 se organizó el primer evento deportivo enfocado en esta comunidad. El médico alemán Ludwig Guttman fue el encargado de la justa en donde solo podían competir veteranos de la Segunda Guerra Mundial que presentaran alguna lesión medular.
Finalmente, en 1960, Roma recibió los primeros Juegos Paralímpicos de la historia, en dónde 400 atletas de 23 países distintos se dieron cita para vivir la fiesta del olimpismo. Sin embargo, el número de representantes creció de manera importante a partir de la edición de Toronto 1976 (año en el que también nacieron los Juegos Paralímpicos de Invierno), pues se tomó en cuenta a atletas ciegos y con alguna imputación. Para la edición de Arnhem 1980, los deportistas con parálisis cerebral también pasaron a ser parte de las competencias.
Los Juegos de Verano de Seúl 1988 y los Juegos de Invierno en Albertville 1992 fueron las primeras justas paralímpicas en dónde se decidió repetir sedes y años determinados para los Juegos Olímpicos. Desde entonces esta organización se ha mantenido.
Para los Juegos Paralímpicos de Verano de París 2024, las disciplinas contempladas serán: Atletismo, Bádminton, Baloncesto en silla de ruedas, Boccia, Ciclismo, Esgrima en silla de ruedas, Fútbol-5, Goalball, Halterofilia, Hípica, Judo, Natación, Piragüismo, Remo, Rugby en silla de ruedas, Taekwondo, Tenis de mesa, Tenis en silla de ruedas, Tiro con arco, Tiro olímpico, Triatlón y Voleibol sentado.
En los Juegos de Invierno Milano Cortina 2026, se celebrarán eventos de Biatlón, Curling en silla de ruedas, Esquí plano, Esquí Nórdico, Hockey sobre hielo y snowboard, aunque no se descarta la posibilidad de agregar nuevas disciplinas durante los siguientes años.