Por Ivany Marcela Román Méndez
Conocer lo que el oído representa en la vida de cada ser humano nos dirige a realizar una búsqueda de información al respecto encontrando como resultado palabras de doctores, investigadores y/o personas expertas en el tema que, atreviéndome a decir, se quedan cortas para lo que realmente éste es. Su significado va mucho más allá de términos médicos, guiándolo hacia lo más humano, lo más sensible, lo más significativo.
Vamos
“El oído es un órgano complejo e importante del cuerpo humano. Recibe informaciones sonoras y las transmite al cerebro para su análisis y permitirnos así comunicarnos con el entorno que nos rodea. Además, una parte del oído contribuye al equilibrio del cuerpo”, menciona el investigador Antonio Álvarez (2019).
Coincido completamente con lo que Antonio menciona en su investigación, por supuesto que el oído es un elemento importantísimo del cuerpo humano por todo lo que éste nos permite, pero es justo ahí donde encuentro realmente su importancia, más allá de términos médicos o “comunes”, se dirige hacia un punto más alto: ¿Qué permite disfrutar el oído? Muchas veces me he preguntado a mí misma lo que se sentiría no escuchar nada, qué se sentiría si no vuelvo a escuchar un “te quiero” de las personas que quiero o qué pasaría si pudiera hablar, pero jamás volviera a escuchar mi voz… o qué ocurre y/o sienten las personas que jamás en su vida han escuchado algo de esto. Quizás suena a un tema muy sencillo o nada importante puesto que es un sentido que la mayoría de las personas tenemos, pero, me atrevo a decir, pocos valoramos.
El oído nos permite existir en armonía con lo que acontece a nuestro alrededor, nos permite estar alertas y compartir momentos con las personas que queremos (escuchar una canción juntos, escuchar al otro cuando tiene algún problema o simplemente quiere sentirse escuchado, incluso el escuchar los gritos de nuestros padres cuando estamos pequeño y nos regañan). En muchos momentos de nuestra vida desearíamos no escuchar ciertas cosas porque son incómodas, dolorosas o simplemente porque no tenemos ganas, pero creo que hay que pensar un poco más en lo que deseamos y empezar a cuidar esa pequeña (físicamente) pero gran (significativamente) partes que tenemos pegadas a nuestros costados de la cara.
Como mencioné y cité al inicio, Antonio nos plantea la idea de que el oído es un órgano importante del ser humano que nos permite recibir información. Ahora, después de haber hablado un poco de manera más sentimental (quizás) es posible agregarle otro significado:
“El sentido del oído nos permite disfrutar los sonidos que la vida tiene para regalar”.