El miedo a lo diferente: no saber convivir con personas con discapacidad auditiva y evitar convivir con ellas


El miedo a lo diferente: no saber convivir con personas con discapacidad auditiva y evitar convivir con ellas. 

Por Verónica Lucía Trujillo Rodríguez. Estudiante de Ciencias de la Comunicación. 

“Somos diferentes, de eso no hay duda, en todos los aspectos, en todo lo que eres y en todo lo que soy. Ahora me acerco a ti con miedo, aunque a veces prefiero ni siquiera estar a tu alrededor. No sé cómo hablarte, como responderte, no sé qué debo hacer y eso me angustia, es aterrador”

 Tal vez has pensado todo esto más de una vez cuando te enfrentas o intentas entablar una conversación con una persona con discapacidad. No importa que discapacidad sea, como luce, como habla o como se expresa, lo único que sabes es que no eres igual.

El miedo a convivir con personas con discapacidad no es algo nuevo, de hecho, me atrevería a asegurar que si no has tenido ningún tipo de contacto, sensibilización hacia estos temas o no conoces de primera mano la experiencia de una persona con discapacidad, estos sentimientos podrían estar presentes en ti.

Y todo esto tiene que ver con un discurso de rechazo y discriminación históricos que a lo largo de los años se han ido perpetuando por diferentes instituciones, ya sea, la escuela, la familia, el estado e incluso el clero y que nosotros mismos hemos interiorizado casi de manera inconsciente. La sociedad ha marcado a este grupo negativamente ya que representa un riesgo, una falla, se ve como algo corrupto que debe mantenerse invisibilizado.

Este discurso discriminatorio, como ya lo mencioné antes, se perpetúa gracias a la representación de los medios, la manera de mostrar, nombrar y de ver al otro. Rosana Reguillo (2010) le nombra a este fenómeno “régimen de in-visibilidad”, es decir, en la sociedad hay cosas que se miran de cierta manera por considerarse “anormales” pero también las que aparentemente están dentro de la “normalidad”, se perciben con otros ojos. Y justamente le llama “régimen de mirada” porque es lo que se impone y lo que debe permanecer. En el caso de las personas con discapacidad, esta mirada está llena de recelo y de miedo provocado muchas veces por la desinformación y el desinterés.  

Es una realidad que las personas con discapacidad no pueden cambiar como lucen, como viven o como se comunican, pero nosotros  podemos cambiar la manera en que las vemos y convivimos con ellas.

Teniendo en cuenta la interseccionalidad, un concepto de AWID (2004), que tienen que ver con la toma de conciencia sobre todas las distintas discriminaciones e identidades con las que vive una persona y como estas posibilitan o no el acceso a sus derechos y oportunidades. Es la postura desde donde nace este escrito, pues todos llevamos con nosotros distintas características que nos conforman como seres humanos donde algunas pueden modificarse y otras no, y es aquí donde entra la necesidad de ser empáticos, respetuosos y comprensivos con los demás. Cambiar poco a poco el estigma, acercarnos a escuchar y ponernos en los zapatos del otro para comprender su realidad. Utilizar ese miedo y convertirlo en acciones positivas, en información y en actitudes empáticas para que esa angustia se reduzca.

Es nuestra responsabilidad cambiar y cuestionar porque vemos las cosas como las vemos y entender que hay detrás de ese miedo, desinterés o egoísmo para construir una sociedad más incluyente y respetuosa para todos.

Algunas cosas que puedes empezar a hacer es aprender de términos y maneras correctas de nombrar, ese es siempre el primer paso. Puedes buscar información, hay muchos sitios y organizaciones que diariamente se dedican a compartir contenido útil y funcional. También sirve conocer las maneras que existen para que puedas comunicarte, cada discapacidad es diferente, por lo tanto hay muchas formas de entablar una conversación o de comunicar cualquier tipo de información, la cuestión es buscar cuales son. Al mismo tiempo, puedes intentar acercarte a personas con cualquier tipo de discapacidad, tal vez ayudar en un voluntariado o simplemente iniciar una conversación, nunca sabes qué es lo que podrías encontrar. Estas son solo un par de recomendaciones, pero no te quedes solo con ellas, allá afuera hay muchas cosas por aprender, entender y comprender.

Seamos más empáticos, las personas con discapacidad no son inherentemente malas. Quizá hay que intentar mirar primero hacia dentro para descubrir el origen de nuestros prejuicios y pensamientos y desde ahí, empezar a cambiar.

¡Realiza tu examen de conciencia! Nunca es tarde para ser una mejor persona.

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Bibliografía:

AWID (2004). Interseccionalidad una herramienta para la justicia de género y la justicia económica

Reguillo, R. (2010, 21 abril). Políticas de la (In) visibilidad. La construcción social de la diferencia. Recuperado 1 de julio de 2021, de https://issuu.com/luly/docs/politicas_de_invisibibilidad._r.reguillo

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