Diseño de procesos para la inclusión educativa: Un paso más cerca de la igualdad de oportunidades.


Por Paula Rosales

Uno de los propósitos de las instituciones educativas, es lograr que todos los estudiantes se sientan incluidos y priorizados. El diseño de procesos tiene por objetivo, alinear todas las actividades realizadas por una empresa, para producir valor y cubrir la necesidad final del cliente. Es por ello que el diseño de procesos efectivos y centrados en la inclusión es crucial para garantizar que todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades, tengan igualdad de oportunidades para aprender, socializar y desarrollarse. En  este blog examinaremos como la creación de un proceso replicable puede ayudar a establecer entornos de aprendizaje amigables. “Los procesos aclaran, permiten coordinar acciones y mostrar la manera cómo se logra producir de manera controlada un producto o servicio.” (Monroy, 2019)

Entender las necesidades

Para  iniciar con un diseño de procesos exitoso, primero es necesario entender para quien se está produciendo el servicio. Debido a que la inclusión educativa comprende un gran cumulo de necesidades individuales, es preciso pensar en todos los caminos posibles y tipos de estudiantes que pueden ingresar en las  instituciones. Por ejemplo, pueden existir alumnos con discapacidad auditiva que requieran de apoyos de terapia de lenguaje; una vez que se identificó la necesidad, el proceso documentado podrá decirte la serie de pasos a tomar en cuenta para lograr que el estudiante se adapte.

Departamento de personal inclusivo

Como se dijo en el párrafo anterior, el personal responsable del proceso debe estar capacitado y contar con las habilidades necesarias para permitir el flujo de las actividades. Esto implica que la institución educativa  sea capaz de fomentar la variedad de profesiones para generar un ambiente inclusivo que apoye a los estudiantes. Siguiendo con el ejemplo anterior, un estudiante con discapacidad auditiva que solicite de terapia de lenguaje requiere la atención  de un psicólogo especializado. Sin embargo, la flexibilidad de los procesos permite que las respuestas ante un problema se adapten a cada caso; es decir que la solución para cubrir la necesidad no debe ser directamente con la institución, si no que puede recibir ayuda de un externo.

Fomentar la colaboración y la interacción para el aprendizaje en conjunto

La colaboración y la interacción en conjunto son fundamentales para promover la inclusión educativa. Los procesos ayudaran a fomentar la participación activa de todos los estudiantes y promover la colaboración entre ellos. Esto puede lograrse a través del diseño de estrategias como círculos de charla, el trabajo en equipo y la organización de actividades que aviven la comunicación y el intercambio de ideas. Por ejemplo, las personas con discapacidad auditiva necesitan tener contacto con otras personas como parte de su terapia del habla. Las actividades colaborativas permiten que los niños se sientan escuchados e incluidos. Es esencial crear un ambiente de apoyo donde los estudiantes se sientan seguros para compartir sus opiniones y contribuciones. ( Rodríguez, 2018)

Utilizar tecnología accesible

La tecnología puede desempeñar un papel importante en el diseño de procesos para la inclusión educativa. Existen una amplia gama de herramientas y recursos tecnológicos que pueden ayudar a los estudiantes con diversas necesidades a acceder al contenido y participar en el desarrollo estudiantil y de aprendizaje. Esto puede incluir lectores de pantalla, software de reconocimiento de voz, aplicaciones de traducción instantánea, programas de organización etc. Al seleccionar y utilizar tecnología, es importante asegurarse de que está se encuentre  incluida como herramienta dentro de la documentación del proceso, es decir que quien lo lea sea capaz de notar que existe esa ayuda para cubrir la necesidad. 

Evaluación y mejora continua

El diseño de procesos es un proceso cíclico que está  en constante evolución. Es importante evaluar regularmente la efectividad de los procesos y hacer ajustes según sea necesario. Esto implica recopilar retroalimentación de los estudiantes, los padres y los profesionales involucrados, y utilizarla para mejorar los enfoques educativos.  Esto aporta a la idea de tener un crecimiento estratégico para el desarrollo de instituciones completamente educativas. La mejora continua permite seguir añadiendo valor a la entrega del servicio. (Global lean, 2022)

El diseño de procesos permite que los diferentes casos se adapten a diferentes soluciones sin dejar de lado el objetivo de la institución y las necesidades de los estudiantes.