Por Brenda Patricia García Sánchez. Estudiante de Ciencias de la Comunicación
Durante las cinco entradas anteriores de nuestro blog te hemos compartido ya gran cantidad de información sobre cómo nombrar correctamente a la discapacidad auditiva y las formas de comunicación, la Comunidad Sorda, el miedo que nos puede causar no saber cómo convivir con una persona con discapacidad y las diferencias entre ruido y sonido pero, no hemos mencionado que cualquier tipo de discapacidad se puede adquirir, y en el caso de la auditiva, depende en mayor grado del cuidado que le damos a nuestros propios oídos.
Es por ello que considero de suma importancia en esta ocasión recalcar que hay mucho que, como dueños de nuestro cuerpo, podemos hacer para mantener nuestros oídos sanos.
El primero y quizá más evidente es modular el volumen de los aparatos electrónicos que utilizamos a diario. Seguro cuando eras un adolescente y te ponías la música a todo volumen en los audífonos, tus padres en algún momento te dijeron: “bájale que te quedarás sordo” (palabra prohibida, como ya sabrás si has leído nuestras entradas anteriores).
¿Te pasó? Pues no pudieron tener más razón, según la OMS (2021) una de las principales causas de pérdida auditiva es la exposición a sonidos fuertes. Lo recomendable entonces es no subir el volumen por encima del 60%. Cuando ves la televisión o disfrutas de tu música favorita también deberías poder escuchar los sonidos de lo que ocurre a tu alrededor (Óptica y Audiología Universitaria, 2021).
Otro hábito que generalmente realizamos al tratar de limpiar o rascar nuestro conducto auditivo externo es introducirnos un hisopo, lo cual es un tremendo error porque podríamos causar severos daños a nuestra membrana interior. Lo más recomendable para asearlos es usar agua y jabón y secarlos bien (Óptica y Audiología Universitaria, 2021).
Tus oídos están en peligro cada vez que tienes una gripe o resfriado, ya que en este caso aumenta la predisposición de contraer una infección y una fuerte infección podría provocar pérdida de audición. Por lo anterior, es indispensable prestar atención al cuidado de tus oídos en estas situaciones específicas .
Cuando circules en automóvil, te sugiero no bajar completamente las ventanillas, puesto que fuertes vientos podrían provocar molestos zumbidos e inflamación en tus oídos (Óptica y Audiología Universitaria, 2021).
Como última recomendación, ante cualquier molestia en tus oídos acude con un especialista, toma en serio si en algún momento sientes que no estás escuchando como generalmente lo hacías y, si tienes más de 50 años los expertos recomiendan hacerse revisiones auditivas de manera periódica.
Ahora ya sabes algunas formas de cuidar a tus queridos oídos. ¡No tienes excusas, cuídate!
Cuéntanos si ya sabías cómo cuidar tus oídos o si conoces otro consejo que no mencionamos aquí.
Bibliografía:
Optica & Audiologia Universitaria (2021). Cuidado del oído: consejos y hábitos saludables. Recuperado de: https://www.opticauniversitaria.es/comunicacion/blog/consejos-cuidar-tus-oidos/
Organización Mundial de la Salud (02 de marzo de 2021). Sordera y pérdida de la audición. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/deafness-and-hearing-loss